No tenemos lo que queremos porque no se lo pedimos a Dios. Algunos piden pero tampoco reciben porque piden con malas intenciones; la motivación que tienen es satisfacer sus necesidades egoístas y caprichos. ¿Cuál debe ser entonces la motivación correcta al dar? Se torna un dilema en el corazón. La generosidad es un mecanismo que Dios emplea para purificar nuestros corazones del egoísmo, la envidia, el dolor de soltar lo material.
Un Dilema del Corazón
No tenemos lo que queremos porque no se lo pedimos a Dios. Algunos piden pero tampoco reciben porque piden con malas intenciones; la motivación que tienen es satisfacer sus necesidades egoístas y caprichos.
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