Nuestra historia
De la oscuridad a la luz: Un viaje de restauración y renacimiento
En el turbulento año 2008, mi esposa tomó la difícil decisión de separarse debido a mi ausencia emocional causada por adicciones destructivas. Sin embargo, un encuentro providencial con alguien que hablaba del poder de Dios nos dio una chispa de esperanza. Decidí tomar el primer paso hacia la restauración, dispuesto a cambiar aunque nuestro matrimonio estuviera en peligro. Juntos, nos sumergimos en la fe, sirviendo en la iglesia y buscando la guía divina.
Aunque dejé atrás las adicciones visibles, aún luchaba con otros problemas más sutiles. Mi deseo de éxito económico y la tendencia a manipularme me llevaron a decisiones financieras desastrosas, dejando un rastro de destrucción en mi familia y relaciones. Me sentía atrapado en un ciclo de egoísmo y avaricia, sin saber cómo escapar. Los sentimientos de culpa, vergüenza y desesperación se convirtieron en mi constante compañía, incluso considerando el suicidio como única salida.
Sin embargo, una oportunidad de restauración apareció cuando me invitaron a un programa estructurado llamado «Hay Esperanza». A través de este programa, Dios me dio una segunda oportunidad para reconstruir mi vida y recuperar el amor de mi familia. Descubrí un nuevo camino, confiando en Dios como un Padre amoroso capaz de restaurar mis sueños y esperanzas perdidas.
En 2018, lo que parecía un servicio a Dios perdido se transformó en una nueva luz en nuestro camino. Abrimos un refugio de restauración, donde continuamos nuestro propio viaje de sanación y vemos milagros a diario mientras otras personas recuperan la esperanza y la alegría de vivir.
He aprendido a alejarme de las adicciones que tanto daño causaron, a ser un mejor esposo y padre, y a liberarme de la culpa y la vergüenza que me atormentaron durante años. Esta es nuestra historia de restauración, una evidencia del poder transformador de Dios en nuestras vidas.
Pr. Isaac Cianci