En la segunda parte de nuestra clase de viaje interior, exploramos cómo este proceso se convierte en un trasplante de corazón emocional. A medida que profundizamos en nuestras experiencias y emociones, descubrimos la necesidad de dejar que Dios transforme nuestros corazones heridos en uno nuevo y restaurado. A través del amor de Dios, la obra del Espíritu Santo y el ejemplo de Jesucristo, aprendemos a abandonar el dolor y la amargura para abrazar la paz y la plenitud que solo Él puede ofrecer. Este viaje nos invita a tener un encuentro diario con Dios, donde nuestras almas insaciables encuentran satisfacción y nuestras preguntas más profundas encuentran respuestas. Únete a nosotros en este camino de sanación y descubre el poder transformador de un corazón renovado en la presencia de Dios.